El Dibu Martínez atajó, bailó y festejó
En la mismísima Francia, el arquero contuvo el penal crucial con el que Aston Villa eliminó a Lille por Cuartos de Final
Por Redacción
El Dibu lo hizo de nuevo. Emiliano Martínez se convirtió en héroe del Aton Villa al atajar dos penales en la tanda desde los doce pasos que le dieron la clasificación a semifinales de la Conference League a su equipo, con un resultado de 4 a 3 ante el Lille después de perder por 2 a 1 en los 120 minutos reglamentarios en Francia.
Como ocurrió en el Mundial de Qatar 2022 con la selección argentina, el marplatense celebró con baile incluido y además recibió dos tarjetas amarillas pero no lo expulsaron por un reciente cambio en el reglamento.
El "1" campeón del mundo tapó el primer penal al argelino Nabil Bentaleb, en la apertura de la tanda de ejecuciones, y el que le dio el pase al club de Birmingham se lo contuvo al francés Benjamin André.
En la primera atajada, Martínez se llevó el dedo índice a la boca para callar a los simpatizantes franceses que lo hostigaron durante gran parte del partido. Luego, con la clasificación consumada tras tapar el último, hizo el famoso bailecito mirando de manera desafiante a la hinchada del Lille y luego siguió haciendo gestos pero celebrando con sus compañeros.
Aston Villa levantó un resultado adverso en los 120 minutos, ya que perdía 2 a 0 con los tantos del turco Yusuf Yazici y el propio André, pero a los 87 minutos, el defensor polaco Matthew Cash puso el descuento que igualó la serie. En la ida en Inglaterra, el conjunto villano ganó con el mismo resultado.
Emiliano Martínez atravesó un clima hostil en el estadio Pierre-Mauroy, ya que los hinchas franceses lo insultaron y silbaron cada vez que tocaba la pelota, incluso en el calentamiento recibió toda la furia de los hinchas locales, quienes lo llamaron "enemigo número uno".
Un medio francés en la previa del encuentro lo calificó como "el enemigo público número 1”.
“Puede esperar una recepción hostil por parte del Stade Pierre-Mauroy. Los franceses tendrán una oportunidad real de expresar algo de su enojo anterior.
Su actuación por sí sola lo hubiera convertido en una figura despreciada en Francia, pero fue su reacción durante las celebraciones lo que cimentó su disfraz de villano y rápidamente le valió el apodo del argentino más odiado de Francia".