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Nuevos créditos hipotecarios: funcionarán si la economía y la inflación se estabilizan

El próximo mes entraría en vigencia el programa del Banco Hipotecario, utilizando como medida de ajuste de las cuotas el sistema UVA

Por Redacción

25 de abril, 2024 - 07:47

El Banco Hipotecario Nacional informó que volvió a poner a disposición del público un sistema de créditos hipotecarios con plazo de 30 años, algo que hace muchísimos años que no ocurría, y utilizable tanto para compras como para reformas y ampliaciones, con montos que pueden llegar, como máximo, a 250 mil dólares.

La noticia causó impacto, y muchos comenzaron a preguntarse cómo será la letra chica de la operatoria, las condiciones y, sobre todo, que ingresos se deben tener para acceder a los montos. Pero además, la pregunta es si esto anticipa que volverá el crédito accesible para diferentes fines, desaparecido hace tiempo de un sistema financiero que solo se dedicó a negocios con el Estado, cosechando enormes ganancias pero reduciendo su acción real sobre la economía, al punto de que hoy es muchísimo más chico que el de los países vecinos.

 

Gustavo Marangoni, politólogo y expresidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires, se refirió al tema en diálogo con Círculo Político (lunes a viernes de 14 a 16 por http://ciudadano.news), y afirmó: “Es una buena noticia, porque la ausencia del crédito hipotecario es lo que aleja a los argentinos de la única forma de comprar un departamento, una casa", cosa que se perdió "por consecuencia de la inestabilidad perpetua, que en el resto del mundo esto llama mucho la atención".

“Vos contas en otro país que la forma excluyente de comprarte una propiedad en este país es poniendo toda la plata junta y en efectivo, las dos cosas llaman la atención, que sea en efectivo, contado y con un dólar físico”, explicó, considerando como un desquicio un país donde nos compramos zapatillas en doce cuotas y una casa al contado, es el desquicio absoluto.

“Ahora, el poco crédito hipotecario que siempre hubo tenía ciertas características, era muy difícil entrar, ahora los que lograban entrar al paso de los pocos años veían que era más fácil salir porque la cuota se iba haciendo cada vez más baja", prosiguió el especialista:

 "El crédito UVA, parece que eventualmente vuelve ahora en mayo y ya tuvo una experiencia en la administración del presidente Macri, y tiene la ventaja de que hace más fácil el ingreso, porque no piden tantos requisitos, pero la cuota se va a actualizar más o menos al valor de la inflación, por lo tanto, la condición necesaria para que este crédito prospere es tener una economía estable", y explicó: "Es un sistema que se copió de Chile, donde anduvo muy bien, pero porque necesitas índices de inflación bajos, previsibles".

 

Quienes podrían acceder

“Por supuesto que aquellos que tienen un trabajo registrado y tienen convenios, paritarias que más o menos acompañan la inflación, están en mejores condiciones", sostuvo Marangoni, mientras que "los que están fuera del circuito informal obvio que no pueden acceder a un crédito hipotecario, pero sería muy positivo que por lo menos ese universo de 1 millón de argentinos que están, sea en el sector privado o público, y tiene un ingreso estable, condiciones regulares de empleo, puedan acceder a la posibilidad de un crédito".

Comparando con el pasado, añadió: "Esperemos que esta vez vaya acompañado de mejores condiciones macroeconómicas, más saludables, que obviamente no será este año, pero ojalá la inflación pueda llegar el año que viene o el otro a dos dígitos anuales, después a un dígito y ser más o menos como son todos los países de la región, y la mayoría de los países del mundo".

Hablando de algunas de las características de este sistema, precisó: “Cuando das un crédito precisas el índice de morosidad, es decir, la gente te lo pagará o no, si hay una morosidad muy alta perdiste vos como banco porque prestaste plata y después no la podés recuperar".

"Pierde finalmente el que no puede pagar, sobre todo si se trata de una propiedad porque tiene ahí la hipoteca", y luego marcó la diferencia: "Con el préstamo UVA lo que sucede es que el índice de morosidad es muy bajo, porque aún con grandes esfuerzos, sin embargo el que tiene una hipoteca es lo primero que cumple, hace todos los esfuerzos, posterga otras cosas porque sabe que está pagando la casa y nadie quiere el fantasma de que pueden venir y te pueden decir que la tenés que dejar. Entonces, si las condiciones están dadas es un gran instrumento, el problema no es el instrumento, el problema es el contexto".

 

“Si el contexto no ayuda, si la Argentina el año que viene tiene tres dígitos de inflación de nuevo o te hizo una devaluación entonces, ahí es muy difícil encontrar algo que funcione, porque si el conjunto del sistema económico no funciona, esto es como un equipo de fútbol, por más que un jugador funcione pero los otros 10 son de madera no gana el partido solo", resumió.

Pero la pregunta de siempre es por qué el sistema financiero argentino no funciona como en el resto del mundo, sino con lógicas propias que son fruto de esta anomalía permanente que parece ser la norma: “El tema de facilitar la parte fiscal para mejorar el crédito hipotecario es una buena idea, el tema de poner requisitos que de alguna manera compliquen el cumplimiento del pago UVA quizá no tanto, en el sentido de que los bancos tienen un gran tema por el cual se limitan al dar créditos hipotecarios", consideró el entrevistado,

Y también lo explicó: "como el grueso de los depósitos que reciben los bancos están depositados a muy corto plazo, a 40, 50 días promedio, y vos tenés que dar un crédito hipotecario a 10, 15 o 20 años, tenés ahí un problema de descalce temporal. Entonces, al banco con el crédito UVA le están diciendo 'no te preocupes porque aunque cambien las condiciones a lo largo de los años lo que no va a cambiar es la actualización de la cuota por este índice UVA'".

La cosa podría ir cambiando "en la medida de que vaya descendiendo el índice de precios, herramientas como la de UVA y el crédito en general, porque el nivel de crédito en Argentina está en el subsuelo, es probablemente el límite más bajo de las últimas décadas. Esto te refiere un problema de confianza porque la palabra crédito viene del latín credere, es creer, para que haya crédito tenés que creer, en las condiciones, en las reglas, en las leyes, las posibilidades, y ahí venimos flojitos en la confianza en nuestro sistema económico, independientemente de quien esté a cargo".

Por otra parte, llama la atención que el sistema bancario está muy calladito, mientras se supone que cuentan con una alta liquidez, con lo cual la recuperación del crédito en Argentina -no solo para vivienda, sino para trabajo, para pymes, producción- estaría en condiciones de realizarse. Sobre el particular, Marangoni expresó: "Es uno de los temas, probablemente, de los más importantes de la agenda económica, y del que se habla muy poco".

"Los bancos en Argentina, tanto del sector público como privado, están muy expuestos al sector público, tienen muchos papeles del Estado, sea del Tesoro Nacional o del Banco Central, porque los gobiernos, sobre todo en los últimos años hicieron una oferta que no podían rechazar, te dicen tengo una necesidad del tesoro, vamos a sacar el bono no sé cuánto y te vamos a pagar inflación más no sé qué, más tasa tal, te vamos a pagar en dólares",

 "Los bancos tienen liquidez, se la transfieren al Banco Central o al Tesoro Nacional y por supuesto, cuando llega el momento de los balances los bancos tienen unas utilidades formidables, porque tienen unos papeles de los cuales cobran algunos cupones, otros los cobran más adelante, y le dan los números geniales", planteó.

Pero ahí está la anomalía: "los bancos en el sistema financiero no fueron pensados para suplir al Tesoro Nacional o al Banco Central, son pensados para ser intermediadores de depositantes con empresas privadas; ahora, si el grueso del crédito se lo lleva el Estado tenés un problema, por eso hay que ver cómo prosigue el nivel del equilibrio presupuestario, del superávit del sector público nacional; lo mismo pasa en provincias, porque si esto mejora el sector público va a ser menos demandante de esos créditos y los bancos van a tener entonces que hacer algo con el dinero", remarcó

“Hasta el momento el Estado te dice ahí tenés el bono, y de alguna manera eso te estimula a laburar menos porque en vez de estar pensando qué línea de crédito diseñar, para la vitivinicultura, para el sector pesquero, para las pymes, para los comercios, para las familias, listo, no pienso nada, le doy el 50% o 60% al Estado, y después cruzo los dedos y rezo para que me lo devuelvan", ejemplificó.

"Eso hace, entre otras cosas porque estoy simplificando, que el sector financiero sea uno de los más pequeños del mundo, pero ya no comparado con Estados Unidos, Alemania... con Chile ni hablar, comparado con Bolivia, con Paraguay, con Ecuador, con Perú, con Colombia, con todos esos vecinos de la región, salvo Venezuela, nuestros sistema financiero es muy chiquito".

"Para que haya una economía que crezca necesitás que haya inversión, y para que haya inversión necesitas que haya ahorro dentro del sistema financiero, porque si ahorras en dólares y te guardas el canuto en el par de medias, con eso no hay crédito".

" La salud macro económica es una condición necesaria e imprescindible para que se pueda desarrollar el sistema financiero, porque hay gente que tiene la posibilidad de ahorrar y hay gente que necesita del ahorro de otro, y la mejor y más sana forma es yendo a las instituciones bancarias y pidiéndolo prestado y devolviéndolo con una tasa de interés", completó.