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Guía para invertir en todas las etapas de la vida: cómo gestionar tu dinero

Desde la juventud hasta la jubilación, cada fase requiere una estrategia financiera única para construir un futuro económico sólido y próspero

Por Redacción

18 de abril, 2024 - 10:48

En la vida, atravesamos diversas etapas que impactan en nuestras finanzas personales. Desde el primer trabajo hasta la jubilación, cada fase presenta oportunidades y desafíos únicos en términos de inversión y ahorro. Esto quiere decir que la clave ronda en torno a la siguiente pregunta: cómo aprovechar al máximo cada momento financiero.

Comenzando el primer trabajo: semilla de la inversión

La primera incursión en el mundo laboral marca el inicio de la independencia financiera. Es el momento ideal para cultivar habilidades financieras y construir un fondo de emergencia. Invertir, incluso cantidades modestas, puede generar grandes retornos gracias al poder del interés compuesto.

En la tabla a continuación, se muestra el capital final que se alcanzaría a los 65 años si se invierte US$ 1.000 a diferentes edades, asumiendo una tasa de retorno anual del 9%.

  • Como se puede observar, cuanto antes se comience a invertir, mayor será el capital final acumulado. Esto se debe al efecto del interés compuesto, que hace que las ganancias generen a su vez más ganancias a lo largo del tiempo.
  • Por ejemplo, si se invierte  US$ 1.000 a los 25 años, al cabo de 40 años se habrán acumulado US$ 31.409, lo que representa un multiplicador de 31 veces el capital inicial.
  • En cambio, si se espera hasta los 35 años para comenzar a invertir, el capital final solo será de US$ 13.000, lo que representa un multiplicador de 13 veces el capital inicial.
  • La diferencia es aún más significativa si se espera hasta los 45 años para invertir, ya que en ese caso el capital final solo sería de US$ 2.367, lo que representa un multiplicador de solo 2,1 veces el capital inicial.

Ascenso y aumento salarial: evitar la inflación del estilo de vida

A medida que progresas en tu carrera, los aumentos salariales pueden ser tentadores para aumentar el nivel de vida. Sin embargo, es crucial resistir la "inflación del estilo de vida" y priorizar el ahorro e inversión para asegurar un futuro financiero sólido.

Si podés hacer que tus gastos no crezcan al mismo ritmo que tus ingresos, tus finanzas te lo van a agradecer.

Casarse: alianza financiera

Antes de dar el gran paso, es esencial discutir abiertamente las finanzas con tu pareja. Establecer metas financieras compartidas y comprender la tolerancia al riesgo de cada uno es fundamental para una vida financiera conjunta exitosa.

Es ampliamente reconocido que los desacuerdos financieros son una de las principales causas de divorcio. Por ello, es valioso que vos y tu pareja se sienten a conversar sobre sus respectivas situaciones financieras y cómo planean manejar el dinero antes de tomar decisiones importantes.

Cuando se trata de embarcarse en un proyecto de vida en común, los ingresos y gastos se convierten en asuntos compartidos. Por lo tanto, es clave redefinir las prioridades y metas de ahorro. Hay que evaluar la tolerancia al riesgo y el conocimiento financiero de cada uno en la pareja. Si vos te sentís cómodo invirtiendo en acciones, pero tu pareja prefiere opciones más conservadoras como el dólar o los plazos fijos, es momento de detenerse y elaborar un plan conjunto que satisfaga las necesidades y preferencias de ambos de ahora en adelante.

Nacimiento del primer hijo: planificación familiar financiera

El momento de dar la bienvenida a un hijo, llega con nuevas responsabilidades financieras. Reevaluar el presupuesto y aumentar el fondo de emergencia son pasos clave para garantizar la seguridad financiera de la familia.

Es esencial alinear las metas y la tolerancia al riesgo con la pareja, y prepararse para los gastos adicionales que conlleva la crianza. En estas etapas, es recomendable aumentar el fondo de emergencia y considerar inversiones que brinden seguridad y estabilidad a largo plazo.

Vacío nido: oportunidad de inversión

Cuando los hijos se van de casa, se abre una ventana de oportunidad para intensificar el ahorro e inversión. Con menores gastos, es el momento perfecto para fortalecer la cartera de inversión y prepararse para la jubilación.

55 años: preparación para el retiro

La idea comúnmente aceptada solía ser la jubilación a los 65 años. Sin embargo, hoy en día, muchos están reconsiderando esta noción y optan por prolongar su vida laboral. Esta decisión no solo puede aumentar los ingresos, sino que también proporciona un sentido de propósito diario.

A pesar de ello, es sabio reevaluar tu trayectoria profesional alrededor de los 55 años. Es un momento oportuno para realizar ajustes que te preparen mejor para la jubilación, independientemente de si planeas seguir trabajando o no.

Además, es recomendable reconsiderar el nivel de riesgo en tu cartera financiera durante este período. Reducir gradualmente la exposición a acciones y aumentar la proporción de instrumentos de renta fija puede ser beneficioso para garantizar una mayor estabilidad financiera en la jubilación. 

Jubilación: disfrutar los frutos

El retiro marca un cambio significativo en los ingresos y gastos. Es crucial adaptar el presupuesto y reequilibrar la cartera de inversión para mantener un nivel adecuado de riesgo (probablemente de nulo o muy poco riesgo) y asegurar un retiro cómodo y estable.

En el momento del retiro, cuando los ingresos y gastos cambian drásticamente, es relevante rebalancear la cartera y redefinir el presupuesto. Esto permitirá disfrutar de los años dorados con tranquilidad, realizando retiros seguros y sostenibles del capital acumulado.

Invertir es un viaje que dura toda la vida, y mantener la disciplina financiera en cada etapa es clave para alcanzar tus objetivos financieros. Con una estrategia sólida y la orientación adecuada, puedes aprovechar al máximo cada estadio de la vida para asegurar un futuro financiero próspero.

Con información de dolarhoy